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Uf. Esto de la Inteligencia Artificial. Sobre todo, la IA General (AGI), si es que llegamos a verla. Que parece que sí, ¿no?

Mola mazo, ¿verdad? El potencial, todo lo que podría cambiar. Flipante. De verdad.

Pero hay algo que me ronda la cabeza, que me quita el sueño a veces. Y no es que las máquinas nos dominen. (Aunque, cooooomo diría mi madre, "más tonto es el que se fía").

No. Lo que me preocupa es... ¿quién va a tener el mando de todo esto?

El acceso.

Ahí está la clave.

El Club Exclusivo de los Cerebros Gigantes

Ahora mismo, crear modelos de IA gordos, de los que de verdad mueven la aguja... eso requiere pasta. MUCHA pasta. Servidores que valen un riñón, chips a medida, equipos de ingenieros que cobran como si hicieran magia negra.

Pues fácil, ¿quién tiene esa pasta?

Las grandes empresas tech. Los gobiernos con presupuestos militares. Los fondos de inversión más bestias.

Un club. Pequeñito. Selecto.

Y eso, amigos, es un problemón. GORDO.

Piensa un momento.

Si solo unos pocos tienen la llave para crear las IAs más potentes, ¿qué pasa con el resto?

Pues que dependemos de ellos. De sus reglas. De sus intereses. De lo que a *ellos* les parezca bien o mal.

Innovación. ¿Se te ocurre una idea revolucionaria usando AGI pero no trabajas en una de esas empresas? Pues... lo tienes BIEN difícil para probarla a escala. Tienes que pedir permiso. O venderles la idea. O... nada.

Distribución de la riqueza. Si solo unos pocos pueden generar esa productividad brutal que promete la AGI, ¿adivina quién se lleva la parte del león? Exacto. Los de siempre.

Poder. Literalmente. El que controla la IA más potente, controla un trozo GIGANTE del futuro. Si ese poder se concentra... uf. Mal rollo. MUY mal rollo.

Recuerdo, hace unos años, cuando empezaba todo este boom del deep learning, lo accesible que *parecía*. Librerías open source, tutoriales... Pero claro, eso era la base. Para ir más allá, para entrenar los modelos que de verdad marcan diferencia, necesitas esa **infraestructura bruta**. Y ahí, puf, la barrera es enorme.

¿Cómo Democratizar el Acceso? La Idea del "Presupuesto de Cómputo"

Aquí es donde me pongo un poco... idealista? Quizás. Pero creo que es necesario.

Necesitamos democratizar el acceso al **poder de cómputo** necesario para entrenar y ejecutar modelos de AGI a gran escala.

No solo dar acceso a los modelos ya entrenados (que también, el open source es VITAL), sino al *proceso* de crearlos o personalizarlos a un nivel profundo.

¿Cómo? Una idea que me parece fascinante, aunque suene a ciencia ficción social, es la de los "presupuestos de cómputo".

Imagina que, de alguna forma (gobierno, consorcio internacional, fundación...), cada ciudadano o cada grupo pequeño (ONG, startup, equipo de investigación independiente...) recibe una especie de "créditos" o "vouchers" para alquilar tiempo en las supercomputadoras o granjas de GPUs que hay por el mundo.

Como un bono cultural, pero para usar cerebros digitales gigantes.

Esto no es "regalar ordenadores". Es regalar **acceso al poder de procesamiento**.

¿Por qué esto podría cambiar las cosas?

Explosión de Innovación: ¿Cuántas ideas BRUTALES se quedan en la cabeza de gente que no trabaja en Google o Meta? Un biólogo en Colombia, una socióloga en Kenia, un artista digital en tu barrio... De repente, tienen una herramienta que antes era impensable. Pueden experimentar, crear modelos propios para problemas locales, no depender de soluciones globales que no encajan.
Distribución más Justa: Si la posibilidad de crear valor con AGI no está secuestrada por cuatro empresas, los beneficios económicos y sociales se pueden repartir MUCHO mejor. Más startups, más proyectos comunitarios, más investigación independiente.
Contrapoder: Si solo las grandes corporaciones pueden desarrollar AGI, ¿quién audita sus sesgos? ¿Quién crea alternativas si no te gusta lo que hacen? Dar acceso a otros actores permite crear modelos éticos, transparentes o simplemente diferentes. Un **ecosistema** real, no un monocultivo.
Talento Global: Hay talento BRILLANTE en todas partes. No solo en Silicon Valley. Un presupuesto de cómputo permite que una mente privilegiada, esté donde esté, pueda desarrollar su potencial en este campo.

Parece utópico, lo sé.

Pero, ¿es más utópico que dejar que el poder más transformador de la historia se concentre en manos de unos pocos?

Me costó entender esto. Al principio, pensaba que el mercado ya se encargaría. Que los costes bajarían y se haría accesible solo. Pero cuanto más lo piensas, más te das cuenta de que la escala necesaria para la AGI es tal, que la barrera de entrada no es solo económica, es de infraestructura bruta. Y construir esa infraestructura es algo que solo pueden hacer actores GIGANTES.

Vale, Pero... ¿Cómo Implementas Algo Así? Y Los Problemas...

Ok, ok. Aquí viene la parte difícil. Y sí, tiene problemas. Muchos.

¿Quién gestiona esos presupuestos? ¿Cómo se asignan? ¿Una renta básica de cómputo para todos? ¿Proyectos por concurso? ¿Cómo evitas el fraude? ¿Y si alguien usa esos recursos para algo chungo?

Buf.

Es un jardín, lo sé. GIGANTE.

Pero las alternativas... concentrarlo todo? Me parecen peores.

Necesitamos modelos. Experimentar.

Quizás empezar con programas piloto. Presupuestos para investigación no comercial. Para ONGs que usan IA para fines sociales. Para proyectos de código abierto.

Quizás una infraestructura pública global, tipo CERN pero para cómputo de IA, donde los "ciudadanos digitales" puedan acceder con esos créditos.

No tengo la solución perfecta, ¡ojalá!

He estado dándole vueltas, hablando con gente. Y siempre salen pegas. Lógico. Es una idea disruptiva de narices.

Pero la inacción también es una decisión. Y en este caso, una decisión que consolida el poder en poquísimas manos.

No se trata solo de si la IA será poderosa, sino de quién controlará ese poder y quién se beneficiará de él.

Un Pequeño Ejemplo (Mental)

Imagina a un equipo de tres personas en la India. Son expertos en lenguas minoritarias de su región. Quieren usar AGI para crear herramientas de traducción y preservación cultural que hoy no existen porque no son comercialmente viables para las grandes empresas.

No tienen millones para montar su propia infraestructura de supercómputo.

Con un **presupuesto de cómputo** asignado (quizás por concurso público, o por una dotación a organizaciones sin ánimo de lucro), acceden a la potencia necesaria. Entrenan un modelo específico para esas lenguas. Crean apps, recursos educativos.

El impacto no es solo tecnológico. Es cultural, social, económico a pequeña escala. Empoderan a sus comunidades.

Sin ese acceso, esa idea se habría quedado en un paper académico, en el mejor de los casos. O simplemente, en una conversación de café.

Este es el tipo de cosas que nos perdemos si el cómputo gordo de IA es solo para los ultra-ricos.

Mi Paranoia Personal (y Lo que Aprendí)

Al principio, cuando veía las demos de los grandes modelos, me quedaba boquiabierto. Pensaba "wow, qué lejos estamos". Y luego, "qué bueno que esto esté pasando".

Pero poco a poco, leyendo, hablando, viendo cómo se mueve el mundo del VC y las grandes tech... empecé a ver la película completa.

Vi que no se trata solo de la tecnología. Se trata del **control** de la tecnología.

Y me di cuenta de que mi optimismo inicial era... ingenuo.

Pensar que el progreso tecnológico *automáticamente* beneficia a todos es un error. GORDO.

El progreso beneficia a quien tiene las palancas. Y en este caso, la palanca es el acceso al cómputo a escala.

Aprendí que no podemos ser pasivos. Que no basta con "que creen IAs guays". Necesitamos pensar ACTIVAMENTE en cómo asegurarnos de que esa capacidad transformadora no genere una brecha digital y de poder insalvable.

La idea de los presupuestos de cómputo me parece un buen punto de partida para esa conversación. Es una forma tangible de pensar en **democratizar la producción**, no solo el consumo, de inteligencia artificial avanzada.

Y Ahora Tú, ¿Qué Piensas?

Esto no tiene una respuesta fácil.

Pero creo que es una de las preguntas MÁS IMPORTANTES que tenemos que hacernos como sociedad ahora mismo. Más allá de si la IA nos quitará el trabajo o no (que también).

¿Queremos que la capacidad de crear inteligencia artificial avanzada sea un monopolio?

¿O queremos que sea una herramienta a disposición del mayor número posible de personas, para resolver el mayor número posible de problemas, de la forma más creativa y diversa posible?

Si apuestas por lo segundo, como yo...

Pues toca empezar a pensar en cómo narices hacemos que eso pase.

Modelos como los presupuestos de cómputo, o la infraestructura pública, o incentivos REALES para el open source de modelos GRANDES... necesitamos ponerlos sobre la mesa. Hablar de ellos. Exigirlos, quizás.

Porque si esperamos a que "el mercado" o "los dueños de la AGI" decidan democratizarla por bondad... me da a mí que vamos a esperar sentados. Mucho tiempo.

El futuro de la AGI, y quién se beneficia de él, depende de las decisiones que tomemos AHORA sobre el acceso al poder que la crea.

Piénsalo. Habla de ello. Y no dejemos que esto sea solo cosa de unos pocos. Porfa.

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